El paciente experto es una
persona que padece una enfermedad mental
que puede ayudar a otras personas que
también sufren una enfermedad mental guiándolas por la red sanitaria según sus
necesidades. Dando soporte a los pacientes con talleres o pequeñas
conferencias de los temas que más les interesen o preocupen; como por
ejemplo la recuperación, la toma de medicamentos, la importancia de cuidar una
alimentación sana y equilibrada, dejar el consumo de alcohol, etc.
En los talleres el paciente
experto tiene, entre otras muchas
funciones, que hablarles de la necesidad de ser claro y totalmente sincero con
el psiquiatra como con el psicólogo para que la recuperación no sea tan lenta.
La integración del paciente
experto como un nuevo agente de salud
puede favorecer el empoderamiento y los procesos de recuperación en la salud
mental. El paciente experto puede colaborar como agente dentro de las
instituciones sanitarias en los procesos de recuperación de salud mental.
Las instituciones sanitarias
tienen que ocuparse de relacionar
familias, profesionales, usuarios y pacientes expertos. En las reuniones donde
se relacionan todos los implicados el
paciente experto puede aportar su experiencia y ayudar a usuarios y familias para
que puedan superar obstáculos que la enfermedad mental crea. El paciente
experto tiene que ser un puente entre las personas afectadas y los
profesionales. Y también ayudar a la integración social.
Como hemos dicho anteriormente, los
pacientes expertos pueden transmitir las claves de sus experiencias, de tal
manera que estas sirvan de guía al usuario en su mejora e integración. Esta
información la pueden aportar otros pacientes pero son ellos, los expertos, que tendrían preferencia a la hora de transmitir
una información que proviene de su conocimiento directo y por la empatía que pueden
tener por haber pasado por sus mismas experiencias. También puede ser de ayuda,
como soporte moral; por ejemplo, si alguien se ha quedado sin amigos debido a un brote, darle apoyo
moral y compañía.
Su experiencia y su acompañamiento como un apoyo emocional
también forma parte de su labor. Por poner un ejemplo, había un usuario que
estaba muy preocupado porque le costaba relacionarse con sus nietos pequeños.
Se sentía mal porque no sabía qué decirles. La aportación de un experto en
salud mental sería explicarle que no era
necesario hablar con ellos, que sólo con
su presencia ya hacía mucho. La experiencia
del paciente experto le sirvió
para tranquilizarlo.
El paciente experto tiene que infundir
esperanza a la persona con enfermedad mental y que notar que les entienden
porque el paciente experto ha pasado por una situación igual o parecida. Hacer
compañía a la persona con enfermedad mental aunque a veces sea sólo presencial, sin lenguaje
verbal y también saber retirarse a tiempo. Otra de sus responsabilidades es darles
ánimo y decirles siempre la verdad, sin falsas esperanzas de fecha para el alta,
y hacerles comprender que esto lo deben
preguntar al médico.
Taller de periodismo
del CRIS
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