miércoles, 4 de septiembre de 2019

Un modelo de formulación desde el marco del poder, amenaza y significado. Lucy Jonsthone


Los sistemas de atención a la salud mental atraviesan hoy una crisis profunda. Sin duda uno de los elementos claves de esta crisis se refiere a los sistemas diagnósticos. Los grandes sistemas que han recabado la atención de la comunidad profesional durante las últimas décadas han fracasado en su pretensión de definir condiciones específicas cuyo reconocimiento serviría para proporcionar remedios cada vez más específicos. Está cada vez mejor documentado el daño que la aplicación de estos sistemas puede provocar. No se trata sólo de su posible papel estigmatizador. Para aplicar estos sistemas diagnósticos, sobre todo se necesita suponer que las experiencias, sean emocionales o cognitivas, de la persona que busca ayuda refiere no tienen sentido y tan solo pueden entenderse como síntomas, una consecuencia de un trastorno determinado. Contrariamente a esos supuestos se han desarrollado distintas alternativas sobre la base de que esas experiencias de las personas, que se manifiestan en los comportamientos, pensamientos y emociones, a las que intentamos ayudar tienen sentido. Se pueden entender como vivencias y formas de responder a cuestiones relacionadas con su historia personal y el contexto donde ha desarrollado su vida. La División de Psicología Clínica de la Sociedad Británica de Psicología ha tenido en cuenta estas cuestiones problemáticas (Awenat et al., 2013) y ha hecho diversas propuestas (Division of Clinical Psychology, 2011) algunas de las cuales han sido traducidas al castellano (Cooke, 2014). La División de Psicología Clínica de la Sociedad Británica de Psicología ha publicado recientemente una propuesta alternativa a los sistemas diagnósticos mediante dos documentos. El primero de ellos describe la propuesta y sus fundamentos de forma detallada (Johnstone y Boyle,  2018b). El segundo, que se traduce aquí, es una visión general y resumida del proyecto (Johnstone y Boyle,  2018a). Sin duda se trata sólo de un primer paso. Pero consideramos importante que el debate pueda desarrollarse también en lengua castellana y, por ello, con ese fin en mente, esta traducción estará disponible para todos, en la Red, a través de la Asociación Española de Neuropsiquiatría – Profesionales de la Salud Mental

Publicado en la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN).






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