Hijo del poeta Leopoldo Panero y hermano de Juan Luis Panero, también poeta, mostró desde muy pequeño
su interés por la poesía. A los dieciséis años, fascinado por la izquierda radical, ingresó al entonces prohibido
Partido Comunista, cuya militancia le valió su primera estancia en prisión.
Inició su carrera como poeta de la mano del maestro Pere Gimferrer; sin embargo, su vida fue trastornada
por el alcoholismo, la depresión y dos intentos de suicidio antes de cumplir los veintiún años. La esquizofrenia
lo mantiene internado por voluntad propia en un pabellón psiquiátrico, donde mantiene vivo su interés
por la literatura.
Autor de una importante obra, es considerado como uno de los poetas más importantes de España. Su primer libro,
«Por el camino de Swan» en 1968, fue el inicio de una cadena de publicaciones, entre las que vale la pena destacar
«Así se fundó Carnaby Street» 1970, «En Teoría» 1973, «Narciso en el acorde último de las flautas» 1979,
«Dioscuros» 1982, «Poemas del manicomio de Mondragón» 1987 y «Heroína y otros poemas» 1992. ©
PRIMER AMOR
...ora
sei rimasta sola...
Riki Gianco_mikidel Pretesei rimasta sola...
Esta sonrisa que me llega como el poniente
que se aplasta contra mi carne que hasta entonces sentía
sólo calor o frío
esta música quemada o mariposa débil como el aire que
quisiera tan sólo un alfiler para evitar su caída
ahora
cuando el reloj avanza sin horizonte o luna sin viento sin
bandera
esta tristeza o frío
no llames a mi puerta deja que el viento se lleve tus
labios
este cadáver que todavía guarda el calor de nuestros
besos
dejadme contemplar el mundo en una lágrima
Ven despacio hacia mí luna de dientes caídos
Dejadme entrar en la cueva submarina
atrás quedan las formas que se suceden sin dejar huella
todo lo que pasa y se deshace dejando tan sólo un humo
blanco
atrás quedan los sueños que hoy son sólo hielo o piedra
agua dulce como un beso desde el otro lado del horizonte
Pájaros pálidos en jaulas de oro.
PROYECTO DE UN BESO
Te mataré mañana cuando la luna salga
y el primer somormujo me diga su palabra.
Te mataré mañana poco antes del alba
cuando estés en el lecho, perdida entre los sueños
y será como cópula o semen en los labios
como beso o abrazo, o como acción de gracias.
Te mataré mañana cuando la luna salga
y el primer somormujo me diga su palabra
y en el pico me traiga la orden de tu muerte
que será como beso o como acción de gracias
o como una oración porque el día no salga.
Te mataré mañana cuando la luna salga
y ladre el tercer perro en la hora novena
en el décimo árbol sin hojas ya ni savia
que nadie sabe ya por qué está en pie en la tierra.
Te mataré mañana cuando caiga la hoja
decimotercera al suelo de miseria
y serás tú una hoja o algún tordo pálido
que vuelve en el secreto remoto de la tarde.
Te mataré mañana, y pedirás perdón
por esa carne obscena, por ese sexo oscuro
que va a tener por falo el brillo de este hierro
que va a tener por beso el sepulcro, el olvido.
Te mataré mañana cuando la luna salga
y verás cómo eres de bella cuando muerta
toda llena de flores, y los brazos cruzados
y los labios cerrados como cuando rezabas
o cuando me implorabas otra vez la palabra.
Te mataré mañana cuando la luna salga,
y al salir de aquel cielo que dicen las leyendas
pedirás ya mañana por mí y mi salvación.
Te mataré mañana cuando la luna salga
cuando veas a un ángel armado de una daga
desnudo y en silencio frente a tu cama pálida.
Te mataré mañana y verás que eyaculas
cuando pase aquel frío por entre tus dos piernas.
Te mataré mañana cuando la luna salga
te mataré mañana y amaré tu fantasma
y correré a tu tumba las noches en que ardan
de nuevo en ese falo tembloroso que tengo
los ensueños del sexo, los misterios del semen
y será así tu lápida para mí el primer lecho
para soñar con dioses, y árboles, y madres
para jugar también con los dados de noche.
Te mataré mañana cuando la luna salga
y el primer somormujo me diga su palabra.
"El
último hombre" 1984y el primer somormujo me diga su palabra.
Te mataré mañana poco antes del alba
cuando estés en el lecho, perdida entre los sueños
y será como cópula o semen en los labios
como beso o abrazo, o como acción de gracias.
Te mataré mañana cuando la luna salga
y el primer somormujo me diga su palabra
y en el pico me traiga la orden de tu muerte
que será como beso o como acción de gracias
o como una oración porque el día no salga.
Te mataré mañana cuando la luna salga
y ladre el tercer perro en la hora novena
en el décimo árbol sin hojas ya ni savia
que nadie sabe ya por qué está en pie en la tierra.
Te mataré mañana cuando caiga la hoja
decimotercera al suelo de miseria
y serás tú una hoja o algún tordo pálido
que vuelve en el secreto remoto de la tarde.
Te mataré mañana, y pedirás perdón
por esa carne obscena, por ese sexo oscuro
que va a tener por falo el brillo de este hierro
que va a tener por beso el sepulcro, el olvido.
Te mataré mañana cuando la luna salga
y verás cómo eres de bella cuando muerta
toda llena de flores, y los brazos cruzados
y los labios cerrados como cuando rezabas
o cuando me implorabas otra vez la palabra.
Te mataré mañana cuando la luna salga,
y al salir de aquel cielo que dicen las leyendas
pedirás ya mañana por mí y mi salvación.
Te mataré mañana cuando la luna salga
cuando veas a un ángel armado de una daga
desnudo y en silencio frente a tu cama pálida.
Te mataré mañana y verás que eyaculas
cuando pase aquel frío por entre tus dos piernas.
Te mataré mañana cuando la luna salga
te mataré mañana y amaré tu fantasma
y correré a tu tumba las noches en que ardan
de nuevo en ese falo tembloroso que tengo
los ensueños del sexo, los misterios del semen
y será así tu lápida para mí el primer lecho
para soñar con dioses, y árboles, y madres
para jugar también con los dados de noche.
Te mataré mañana cuando la luna salga
y el primer somormujo me diga su palabra.
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