En este escrito vamos a tratar el
tema del empoderamiento en salud mental y vamos a centrarnos en el empoderamiento
del usuario/a y del cuidador/a en la salud mental
En el contexto de salud mental,
la palabra empoderamiento se refiere al grado de elección, influencia y control
que los usuarios de los servicios de salud mental pueden ejercer en los
acontecimientos que se producen en sus
vidas. La clave del empoderamiento es la eliminación de los impedimentos formales
e informales, así como la transformación de las relaciones de poder entre
individuos, comunidades, servicios y gobiernos.
En el pasado, las personas con
problemas de salud mental no han tenido voz. Ni ellas ni sus familias
participaban en la toma de decisiones
cuando acudían a los servicios de salud
mental, y continúan estando en riesgo de exclusión social y discriminación en
todas las facetas de la vida.
Está demostrado que la falta de
influencia y control puede conducir a resultados negativos para la salud. Por el contrario la
habilidad para ejercer control e influencia, puede actuar como un factor
protector en situación de riesgo de
enfermedad, incluso existiendo un nivel
de estrés elevado. Hay pruebas en
diferentes campos que sugieren que empoderar
no es sólo un conjunto de valores, sino que también produce resultados
positivos, como son: aumento del bienestar emocional, independencia, motivación
para participar y mayores estrategias efectivas para sobrellevar la enfermedad.
Por eso, mejorar el
empoderamiento de los usuarios de los servicios de salud mental produce
beneficios tangibles en el aspecto biológico, psicológico y social lo que
incluye aumento de la autoestima, un mayor sentido de conexión con los grupos
sociales locales y una implicación significativa en la sociedad.
El proceso de empoderamiento
exige actuar en varios niveles: social/estructural, provisión de servicios y
desarrollo profesional, comunitario e individual.
Teniendo en cuenta las
consideraciones arriba expuestas, la actuación para empoderar al usuario y al
cuidador debe cubrir los siguientes aspectos y en los cinco niveles mencionados. La protección
de los derechos humanos de los usuarios de servicios y lucha contra el estigma
y la discriminación. Garantizar unos cuidados de alta calidad y la responsabilidad
de los servicios. El acceso a la información y a los recursos. La inclusión en
la toma de decisiones. Y disponer de capacidad de organización en el ámbito
local para reclamar ante las instituciones y las estructuras gubernamentales.
Taller de periodismo
del CRIS
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